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Emprendedores: héroes de nuestra modernidad.
Cuando hablamos de las personas que cambiaron al mundo, típicamente nos vienen a la mente reyes, conquistadores y pensadores. Pero, ¿alguno de ellos realmente cambió la vida de la persona común?
Algo que nunca nos cuentan es que la riqueza de la persona promedio a lo largo de la historia no cambiaba mucho. Básicamente desde los inicios de la civilización hasta hace poco una persona común conseguía lo equivalente a poco más de $2 mil pesos al mes.
Pasó la época de los faraones, los griegos, Gengis Khan y las cruzadas, pero como verás en la gráfica de abajo el ingreso promedio de los seres humanos en los últimos 2 mil años no subía mucho más del nivel de subsistencia.
Sin embargo, en los últimos 200 años la riqueza ha explotado de forma exponencial en todo el mundo. Hoy somos entre 20 y 40 veces más ricos que hace 200 años. El número sigue creciendo.
Sin duda aún hay mucha pobreza y desigualdad, pero al ver esta gráfica es claro que algo cambió para bien, pero ¿qué?. Las reglas de la física y las matemáticas siguen iguales; el clima ha sido similar desde la última era de hielo y, biológicamente, el ser humano no ha cambiado en millones de años.
A pesar de eso, en los últimos dos siglos hemos sido capaces de usar la energía del sol, viajar al espacio, disminuir radicalmente la tasa de mortalidad y darle de comer a 9 mil millones de personas todas los días. ¿Cómo? Desde que empezó la civilización hasta hace más o menos 200 años, el sistema económico a grandes rasgos era sencillo: unos cuantos, por medio de la fuerza física eran dueños de todo y los demás no tenían derechos ni propiedades.
De vez en cuando alguien lograba destronar a un grupo por otro, vía la guerra, pero la persona promedio seguía teniendo poca o nula pertenencia de sus tierras, inventos o incluso de su propio trabajo.
Los que carecían de poder no tenían motivos para innovar: ¿para qué buscar mejores formas de trabajar la tierra y cuidar el ganado si el beneficio se lo llevaba alguien más? Desde mi punto de vista el gran cambio que ha ocurrido ha sido impulsado por un factor: el capitalismo. Este sistema ha permitido que cualquier persona pueda tener propiedad privada y lucrar con su esfuerzo.
La revolución industrial del siglo 18 y la actual revolución informática son solo consecuencias de haber logrado desatar el poder del cerebro humano a través de proteger los derechos y recompensar los logros del individuo. En consecuencia, se ha creado una gigantesca riqueza. En pocas palabras han sido los emprendedores quienes han cambiado la vida del ser humano.
¿Cómo logran generar esta riqueza? Claro que hay casos de explotación y ventajas injustas, de gente que crece su riqueza a costa de otras personas. Pero la mayoría de los emprendedores lo hacen de la forma más difícil posible: con su ingenio y es-
fuerzo crean algo donde antes no existía nada y lo venden con un margen de ganancia.
Para mí esto es lo más cercano que existe a la magia. Nunca he entendido por qué dicen que el dinero es la raíz de la maldad. Antes de que existiera una moneda los intercambios se hacían con la fuerza; ahora son voluntarios. Tú solo me vas a dar tu trabajo a cambio de mi dinero, yo solo voy a comprar tu producto si es algo que vale más para mí que el tiempo que me costó ganar ese dinero. En pocas palabras: lo mejor de mí por lo mejor de ti.
Por eso pienso que en la escuela deberíamos estudiar a la gente que realmente cambia el mundo, gente como Thomas Edison, Walt Disney, John Rockefeller y Bill Gates. ¿Quién crees que tendrá más impacto en el futuro?, ¿los políticos que se juntan en la ONU o los fondos de Silicon Valley que están investigando cómo comercializar la inteligencia artificial, la nanotecnología y la computación cuántica?
Piensa en tu propia comunidad: ¿quién impacta más que la pequeña comerciante que está vendiendo un producto que necesitas y, para hacerlo, genera empleos y paga impuestos?
Si la humanidad en un futuro logra acabar con el hambre y las guerras y empieza a viajar por los astros, no será porque un político unió a los distintos países o por un despertar espiritual que nos impulse a todos a amarnos. Será porque las mentes emprendedoras seguirán encontrando y resolviendo los pequeños y grandes problemas que nos rodean, uno por uno, a cambio de una remuneración por sus esfuerzos. En pocas palabras: si alguien nos va a salvar, será la gente como tú, emprendedor o emprendedora, héroe de la modernidad.
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