La liquidez ha sido una de las grandes preocupaciones de las empresas, ya que les permite hacer frente a desafíos inmediatos sin sacrificar sus operaciones. Una encuesta de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) indica que el 35% de los emprendedores mexicanos que cerraron sus puertas de forma definitiva atribuyen la quiebra a la falta de recursos económicos para cumplir compromisos con proveedores y clientes.
Por su parte, el Estudio sobre la Demografía de los Negocios 2021, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), precisa que en México existen un promedio de 4.9 millones de PyMEs, las cuales representan el 99.85% del total de empresas a nivel nacional.
“Ante un panorama económico complejo en que la inflación se ha convertido en la preocupación número uno de las empresas, el principal reto para la PyMEs consiste en obtener liquidez, ya que muchas veces está representa su capacidad de resiliencia en todos los aspectos y su boleto para seguir con vida o morir irremediablemente”, explica Bernardo Prum, Director de Creze.
El mismo estudio del INEGI precisa que las PyMEs que recibieron recientemente algún tipo de financiamiento el 20% lo ocupó para el pago a proveedores; 18% en pago de alquiler y 9.2% en pagos en efectivo o en especie a colaboradores.
Incluso, el Centro para el Desarrollo Global (CGD) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señalan en el estudio Empresas prósperas para una recuperación sólida que el cierre de negocios en México durante el 2020 y 2021 está directamente relacionado con la falta de liquidez, ya que durante la pandemia las empresas bajaron costos laborales, inventarios, y se endeudaron, pero no para invertir sino para conseguir la liquidez que les faltaba para seguir existiendo, sin alcanzar el objetivo.
“Todo apunta a que la segunda mitad de 2022 sea sumamente compleja y dependerá de la gestión que las empresas hagan de su liquidez. Quienes manejen este activo de la mejor forma, sin duda lograrán sobrevivir a este año y se apuntalará como organizaciones sólidas y competitivas”, añade Prum.
Con la liquidez mermada una empresa puede desaparecer a corto plazo. Creze, comparte tres elementos que todo negocio debe tomar en cuenta para mantener la estabilidad financiera:
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Prevención de riesgos
Aunque la inflación representa un reto para las empresa, en particular para las PyMEs, reunir recursos económicos y contar con estrategias de prevención de riesgos es un punto nodal para que la compañía no parta desde cero ante un problema y tenga capacidad y solvencia para reaccionar.
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Cobrar a tiempo y liquidar inventarios
El obtener ingresos a tiempo favorece a la empresa. El control de las finanzas es más indispensable porque así se asegura el capital. En algunos casos, y cuando sea viable, se puede cobrar por adelantado, siempre y cuando ambas partes mantengan confianza de recibir productos e ingresos en el tiempo acordado.
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Solicitar un crédito
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