Hace ya muchos años, cuando la radio aún era uno de los medios de comunicación con mayor penetración no sólo en México, sino en el mundo entero, la programación radiofónica se vio inundada durante un periodo relativamente largo por un spot publicitario basado en una frase que, en aquel entonces, se antojaba de ciencia ficción: “Su futuro está en el espacio”.
La empresa y el producto que respaldaban este eslogan han quedado en el olvido. Pero lo importante es que dicha sentencia se ha convertido hoy en una realidad irrefutable: nuestras interacciones en la vida moderna dependen, en gran medida, de las conexiones inalámbricas con las que ahora navegamos por Internet… tecnología que se basa, irónicamente, en señales de radio.
Lejos de esta anécdota un tanto nostálgica, hoy más que nunca podemos asegurar que sí: efectivamente, el futuro está en el espacio, y no sólo por la referencia obvia al WiFi. De acuerdo con cifras manejadas por la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial (FEMIA), este rubro ha sido capaz de generar más de 45 mil empleos especializados hasta el momento, y muestra un incremento del 15% anual en sus exportaciones… ritmo superior a países como Singapur y la India.
Sí, la industria aeroespacial tiene mucho futuro por delante. Pero, ¿es la única en un mundo dominado por la tecnología? La respuesta es no. Por muy extraño que parezca, una de las profesiones más antiguas del mundo, la medicina, posee una proyección monstruosa para el futuro. ¿La razón? Dentro de tan sólo tres años la población entre los 15 y los 65 años de edad en nuestro país rebasará la cifra de 84 millones, y todas esas personas requeriremos atención especializada en el rubro de la salud.
Aunadas a estas dos áreas, existen otras que, de acuerdo con especialistas, sufrirán un desarrollo bastante acelerado en las décadas por venir, lo que, como es de esperarse, también afectará al mercado laboral con la búsqueda del talento necesario para cubrir los puestos que requerirán estas industrias de alta especialización en el futuro:
1. Producción de energía limpia
Como todos sabemos, la producción de energías fósiles posee un grave impacto en nuestro ecosistema, sin olvidar que las recientes crisis de plantas nucleares como la de Japón ponen en evidencia una necesidad palpable: se requiere de una industria que explote otras fuentes de energía menos dañinas para el ambiente. Es por ello que las empresas que ofrezcan opciones eólicas, hidráulicas, fotovoltaicas y termosolares tendrán una mayor demanda en los años por venir.
2. Nanotecnología
De acuerdo con varios expertos, este importante nicho industrial, hasta hace poco considerado como emergente, está alcanzando su madurez. Y a tal grado, que la nanoindustria parece ofrecer nuevas aplicaciones cada día, creando las condiciones perfectas para la creación de empleos que aceleren las perspectivas de comercialización de sus productos: desde microsensores usados en la fabricación de insumos farmacéuticos, hasta nanopartículas de plata utilizadas como agente antibacterial.
3. Tecnologías de información y comunicaciones (TIC)
Si existe un área propensa a tener una evolución dinámica en el futuro, esa es la de las TIC, cuya gran demanda hará que sus principales representantes compitan a gran escala entre ellos a nivel nacional e internacional. Y tal vez no sea para menos: pocas industrias pueden presumir de tener el poder de capacitar empleados, reducir las cargas administrativas, mejorar la competitividad empresarial y ser una pieza clave en el moderno sector educativo.
4. Biotecnología
En la actualidad, la apuesta de las empresas que establecen la pauta en el ámbito de la tecnología mundial no es el software ni el hardware, sino la biotecnología: opciones mucho más amigables con el planeta, que no contaminen y que utilicen la ingeniería genética para el mejoramiento de productos no sólo médicos, alimentarios o de consumo masivo, sino también para la creación de biocombustibles y hasta opciones de limpieza de sitios contaminados por actividades industriales.
Pero seamos realistas: no todos tenemos vocación médica, ni la infraestructura necesaria para participar en la incipiente industria aeroespacial. ¿Cuáles son, entonces, las áreas empresariales con mayor proyección para el futuro en las que personas como usted y yo podemos participar?
La respuesta quizá la tenga Alec Ross, uno de los expertos en innovación más afamados del mundo, quien en su libro The Industries of the Future (“Las industrias del futuro”), publicado en 2016, asegura que entre las tendencias tecnológicas y económicas con mayor relevancia durante la siguiente década estarán la codificación del dinero y las finanzas, sin olvidar además la inteligencia de datos (big data) y la ciberseguridad.
Lo cierto es que, más que industrias innovadoras, lo que se necesita para encarar los años venideros son más emprendedores que se establezcan en aquellas áreas con mayor potencial en el futuro, capaces de lograr resultados extraordinarios en los mercados que forman parte de una economía que es cada vez más global. El futuro es ahora. ¿Usted ya está preparado para afrontarlo?
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